La Mesa de los Tres Reyes, ( Hiru Erregeen Mahaia ) es el punto más alto de Euskal Herria con sus 2.444 metros, y es un lugar al que merece la pena subir. Punto de unión de los antiguos reinos de Navarra, Aragón y el valle de Baretous en el Bearn frances, y el lugar donde los tres reyes se podían sentar en una mesa, estando cada uno en su dominio..
Este año Jesús, Ioritz y Juankar, hemos querido emular a los antiguos reyes y sentarlos en el punto más alto de Euskal Herria.
Comenzamos la ascensión en el refugio de Linza, a 1.320 m, donde hay un aparcamiento al que se llega por una carretera asfaltada. En el refugio hay alojamiento y comidas.
Se cruza el pequeño torrente y se comienza la ascensión en dirección Noreste, por un claro sendero. En el cielo esta cantando una alondra, que pronto se deja caer y desaparece entre las hierbas. Pronto se suaviza la pendiente y entramos en los praderíos del Sobrante de Linza, cruzamos el arroyo que baja desde La Paquiza Linzola y volvemos a subir.
Por el camino aparece la punta de Txamantxoia 1.845 m, y junto a él las nubes que se quieren pegar a sus laderas. Por el camino nos entretenemos con las numerosas flores de montaña que lucen todas sus galas en estos días. También vemos nuestros primeros bisbitas alpinos.
Terminamos nuestra primera subida y llegamos al Collado de Linza 1.936 metros, podemos decir que hemos llegado a la alta montaña, la vista es espectacular, una amplia planicie rodeada de altas cumbres, Budogia, Hiru Erregeen Mahaia, Petrechema.... El problema está en las nubes que comienzan a tapar las altas cimas. De momento hemos cumplido con los horarios, 1:30 minutos de subida.
Seguimos el camino por la izquierda rodeando las Foyas de la Solana, hondonadas o dolinas de origen kárstico y llegamos hasta una cabaña metálica.
Entonces escuchamos al primer roquero rojo del día, se le oye muy lejos. Buscándolo con los prismáticos vemos una marmota soleándose a lo lejos. Sin darnos cuenta que tenemos otra muy cerca en el camino. Enseguida baja para esconderse en su madriguera, desde donde nos vigila con total tranquilidad.
El paisaje es impresionante y nos paramos a disfrutar de la presencia del Petrechema 2.360 m
Y de la Foya de la Solana por la que hemos subido.
Tanto mirar el paisaje y no mirar al camino y nos pasamos los mojones que indican el camino para atravesar el lapiaz, un terreno rocoso y agrietado donde solo crecen los pinos negros. Por lo que tenemos que inventarnos el camino y movernos por sitios divertidos.
Conseguimos atravesar el lapiaz y coger el sendero que sigue por la falda del Budogia hasta la Mesa. Nos adentramos en la niebla.
Seguimos el camino atravesando algunos neveros. Los acentores alpinos nos acompañan por el camino, aunque son difíciles de ver.
Llegamos a la cima en unas 3:40 minutos. Las nubes lo envuelven todo y no pudemos ver nada del precioso paisaje que tenemos a nuestro alrededor. Solo se oyen las chovas piquigualdas que eson como fantasmas entre la niebla.
Bajamos rápido, ya que las previsones del tiempo son variables con tormentas por la tarde, y al salir de la niebla vemos unas nubes oscuras en el cielo y algunas gotas de lluvia en nuestras cabezas.
Queremos encontrar el camino bueno para atravesar el lapiaz, y esta vez lo vemos bien. El camino está perfectamente marcado y hay mojones de piedras por todos lados.
Una vez en el camino ya no tenemos prisa. Mientras fotografio algunas flores un acentor alpino canta en lo alto de las rocas.
Paramos junto a las marmotas, frente al Portillo de Larra. El karts de Larra es uno de los lugares de mayor extensión karstica de los Pirineos. Contiene una red subterranea que suma más de 350 km de galerías exploradas por los espeleólogos, y simas con más de 1000 metros de profundidad, entre ellas Illamiako Ateeneko Leiza ( La sima de las puertas de Illamina ), de 1.4o8 m de profundidad, la más profunda del Pirineo y una de las más profundas del mundo.
El tiempo vuelve a cambiar y queda una tarde bonita, por lo que decidimos descansar y disfrutar del paisaje. Mientras Jesús e Ioritz intentan una siesta, yo sigo con las flores.....
... y entonces mirando al cielo, aparece una silueta a lo lejos; cojo los prismáticos y enfoco la silueta... parece, parece, pero está muy lejos. Tenemos suerte viene hacia nosotros, ya no hay duda esa cola lo dice todo. Pero no hay uno sino dos, dos quebrantahuesos que se acercan y pasan por encima nuestro, para perderse tras las cumbres más altas de Euskal Herria, un final perfecto para un buen día de montaña.
En la bajada, contentos, podemos ver a un roquero rojo en su típico vuelo de canto en paracaidas. Solo nos queda llegar al refugio para poder comer algo y descansar.
Ahora tengo el trabajo de identificar las flores, para hacer otra subida de alta montaña.