domingo, 14 de junio de 2009

Nuestra pequeñas taigas

" Nuestros bosques de coníferas boreales representan un papel de testigos. Están ahí como una secuela de las glaciaciones, como un reducido botón de muestra de sus anteriores vastísimos dominios sobre casi toda nuestra Península. Nuestros pinares y abetales - a excepción de los pinos propios del litoral marino o de los de latitudes mediterráneas - se ciñen a los sistema montañosos del norte y centro de la Península.
Tres especies se reparten el dominio de la montaña arbolada; el pino silvestre, el pino negro y el abeto blanco. Evidentemente, nuestras coníferas no están sujetas a tantos rigores como las del lejano norte, a excepción quizás del pino negro, que ha conquistado los niveles más altos de la cordillera Pirenaica. Allí entre los 1600 y los 2400 m de altitud, resiste a los embates del viento y del frío; de aquí que su talla sea mucho menor que a de otras coníferas - no supera los 20 m -. El pino albar o silvestre es un prodigio de adaptación a los cambios climáticos. Aguanta frío y cierto calor, hielo y sequedad, así como altos índices de precipitación. A todo ello se debe el que prospere tanto en el pirineo -donde es la conífera más frecuente- como en el Macizo Central. Sus anaranjados troncos se yerguen incluso por encima de los 40 m, colonizando cotas que van de los 1200 hasta los 2000.
El abeto blanco, por su parte, suele ocupar una posición intermedia, es decir, entra con frecuencia en contacto con las otras formaciones de pinos. Árbol alegre y mayestático, se circunscribe únicamente a los enclaves norteños de nuestra Península. "
















Los bosque mixtos son lugares mágicos, donde conviene pasear con tranquilidad y estar atentos a los sonidos del bosque. Las visiones de la fauna sule ser fugaz, y la mayoría de las veces nos tendremos que conformar con escucuchar algún sonido y ver como algo se esconde entre la espesura.
Los días nubosos, con niebla y lluvia no son los más agradables para pasear por el bosque, pero le dan un encanto especial, y te hacen sentirte mas integrado en el paisaje. De todas formas la luz del sol alegra el día y te da fuerzas para moverte con más facilidad.
Tuvimos un día lluvioso y el otro se salvó, pese a todo pudimos disfrutar de los animales típicos de la zona de los que podríamos destacar reyezuelo sencillo, agateador norteño, herrerillo capuchino, arrendajo, trepador azul, piquituerto, lúgano, pico picapinos y el rey de la salida, un preciso pito negro que se posó un momento en la copa de de un pino, el tiempo suficiente para que Iván no pudiera verlo.
Entre los animales de pelo, corzo, ciervo, ardilla, un tejón a 15 metros ( lo vio Iván mientras yo estaba haciendo otras cosas...... ) y un roedor muy grande, casi el doble que un topillo, que no hemos logrado identificar.
Misteriosamente y por razones incontroladas, todas las fotos buenas de aves las tiene Iván. Espero tenga algo de tiempo para retocarlas y subirlas al blog.

miércoles, 3 de junio de 2009

Luces y nieblas en Urkiola

Paisaia dugu Euskal Herriearen adierazgarri izan ohi den elementuetarik nagusienetarioa ; Urkiolako Parke Naturalean eta inguruan argi nabari da halakoaren handiostasuna. Egin-eginean ere, gailurrrrak eta amildegiak sortzen dituzten lurraldearen taiuerak; estaltzen duten landareak eta bertan bizi diren animaliak; bertan ibili dabiltzan urak zein eratzen diren urgeldiak; deskribaezinezko tonuera ematen dioten haize, eguzki, euri, laino eta elurrak; kobak, dorretzarrak, baselizak eta elizak, txabolak eta baserriak; gizakia, beraren familiak eta aurrekoak; gertakariak, legendak, ipuniak, mitoak, oroitzapenak, ...... paisaiaren osagarri ditugu.














El paisaje es uno de los elementos que caracterizan al Pais Vasco, y es en el Parque Natural de Urkiola y su entorno donde se pone de manifiesto su grandiosidad. Las formas del territorio, configurando crestas y simas; la vegetación que lo cubre y la fauna que allí habita; las aguas que discurren o se remansan; el viento, el sol, las lluvias, la niebla o la nieve, que le confieren esa tonalidad indescriptible; las cuevas, los torreones, las ermitas y las iglesias, las txabolas y los caseríos; el hombre, sus familias y antepasados; los hechos, las leyendas, cuentos, mitos y recuerdos...... , todo ello es el paisaje.






Gizakia, lurra zein ganadua, mendien babesa zutelarik, eguraldi txarraren menpe egon izan dira. Inguruan duten izadiak, hots, haitz, baso, haran, lanbro eta laino lodiek baserrietako beheko suaren ingurura gau luzeak ugarotera eramaten zituzten gizakiak, halakoetan fantasiazko zein misteriozko hainbat ata hainbat ipuin sortzea ekarriz.











Acogidos por las montañas, hombres, tierras y ganado han estado a merced de las inclemencias del tiempo. La naturaleza que les rodea, roqueros, bosques, valles, brumas y nieblas espesas se ocuparon de que estos hombres pasaran largas noches alrededor del fuego en los caserios, uno de cuyos frutos ha sido un sinfin de cuentos, historias y leyendas fantásticas y misteriosas.











Kristiautasuna sortu baino askozaz ere lehenagoko garaietan, Urkiola leku sakratu agina izateak, " Amalur-etxea " euskal mitologiaren erdigune bihurtu zuen, Mari jainkosa, lurraren personifikazioa eta izadiko gauzetaz iharduten zuten jeinu guztien erreginak zelarik.











La sacralización de Urkiola, en épocas muy anteriores al cristianismo, consideraba la tierra " Amalur-etxea " como el centro de la mitología vasca, siendo la diosa Mari la personificación de la tierra y la reina de todos los genios que se ocupaban de las cosas de la naturaleza.








El día que decidí intentar el roquero solitario los pronosticos del tiempo eran favorables, pero parece que Mari cambió de opinión, y las nieblas cubrieron las montañas.







Como no podía moverme mucho me dedique a fotografiar las flores y los caracoles de la montaña. Si alguien puede decirme el nombre de los caracoles y aportar algo sobre las flores, le estaré muy agradecido.





























Serpol, Erle bedarra Thymus praecox

























Euphrasia alpina














Sphagnum










Poco a poco se fue levantando la niebla, la primera impresión fue de vértigo, menuda altura había subido; luego se fueron abriendo claros y entre ellos los primeros buitres en sus torretas. Y un pardillo muy cerca en el la copa del árbol.













































Pardillo común ( Carduelis cannabina )



Pero la sorpresa llegó al darme la vuelta y ver lo cerca que tenía la pared, y la cantidad de buitres que estaban esperando algo de calor para remontar el vuelo.





















































Buitre leonado ( Gyps fulvus )





Por fín apareció un roquero solitario, y bien solitario; pero subió tan rápido la increible pendiente de la zona, que me fue imposible seguirle.



Caladito por la niebla y el rocio de la hierba, bajé despacito con la idea de seguir intentandolo otro día. Claro que primero le preguntaré a Mari el pronostico del tiempo para saber que ropa llevar.






































Roquero solitario ( Monticola solitarius )














































Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...