%hasta aquí%
Txo, un maravilloso velero que descansa en Ondarroa
Nada más amanecer partimos mar adentro. El mar estaba en calma y solo una ligera brisa del sur nos acompañaba
Primero una foto de Mario y debajo dos más de Xabi
En nuestro recorrido en varias ocasiones pasaron próximos la barco pero sin intención de detenerse algunos charranes patinegros
Entre una balsa de gaviotas pudimos ver un fulmar que flotaba , un ejemplar tranquilo que se dejó acercar con lo que aprovechamos para hacerle alguna foto
Pocos alcatraces vimos surcando el cielo pero ya que pasaban aprovechamos apara afotarlos
Del mismo modo pudimos ver algunas pardelas pudimos identificar balear, sombría y cenicienta
Enseguida se acercaron, unos se acercaron a nuestro velero, se pusieron a proa jugando a ser tan rápidos como nosotros y otros en cambio de pusieron paralelos al barco, tan cerca que cuando alguno de ellos soltaba el soplo al respirar llegábamos a sentir las gotas que empujaban en su respiración
No teníamos ni tiempo para hablar, solo palabras de admiración y de disfrute ante un espectáculo tan asombroso, especialmente diferente para nosotros los de tierra adentro
Era tal el espectáculo que en muchos momentos dejábamos la cámara y disfrutábamos embobados de las evoluciones de los delfines.
Nadaban tan cerca de la superficie que parecía que buscaban vernos, con lo que ya no sabíamos si eran ellos los que querían vernos tanto como nosotros a ellos.
La idea era salir hacia mar abierto buscando aves pelágicas y algún cetáceo, aunque la primera sorpresa nos la dio este mosquitero, que se posó en la pasarela del barco e inmortalizó con esta foto Mario, este cansado viajero eligió la popa del barco para descansar unos segundos, antes de continuar su periplo hacia tierra.
Para intentar localizar algún ave nos aproximamos a pesqueros y pequeños barcos que estaban faenando y allí buscábamos gaviotas, se veían sombrías , patiamarillas , reidoras en varios plumajes intentaban localizar algo de comidaPrimero una foto de Mario y debajo dos más de Xabi
En nuestro recorrido en varias ocasiones pasaron próximos la barco pero sin intención de detenerse algunos charranes patinegros
Entre una balsa de gaviotas pudimos ver un fulmar que flotaba , un ejemplar tranquilo que se dejó acercar con lo que aprovechamos para hacerle alguna foto
Del mismo modo pudimos ver algunas pardelas pudimos identificar balear, sombría y cenicienta
Medusas pasaban cerca del barco y pequeños peces que saltaban fuera del agua, algunos peces vela, luna y bonitos. Animaban la navegación,
Pero la guinda de la salida estaba a punto de aparecer, a lo lejos vimos como unos “peces” saltaban fuera del agua, al principio creíamos que serían bonitos ya que eran muchos y estaban muy alejados.
Pero al acercarnos no tuvimos dudas, eran delfines delfines, y no uno ni dos ni tres sino una manada inmensa.
Enseguida se acercaron, unos se acercaron a nuestro velero, se pusieron a proa jugando a ser tan rápidos como nosotros y otros en cambio de pusieron paralelos al barco, tan cerca que cuando alguno de ellos soltaba el soplo al respirar llegábamos a sentir las gotas que empujaban en su respiración
No teníamos ni tiempo para hablar, solo palabras de admiración y de disfrute ante un espectáculo tan asombroso, especialmente diferente para nosotros los de tierra adentro
Era tal el espectáculo que en muchos momentos dejábamos la cámara y disfrutábamos embobados de las evoluciones de los delfines.
Nadaban tan cerca de la superficie que parecía que buscaban vernos, con lo que ya no sabíamos si eran ellos los que querían vernos tanto como nosotros a ellos.
En muchos documentales habíamos oído el sonido del canto de los delfines y allí pudimos disfrutar de su voz, una experiencia que hay que sentir al menos una vez en la vida y era lo que estábamos haciendo y lo más increíble, lo estábamos disfrutando a pocas millas de nuestra casa.
Entre todos ellos vimos algunos jóvenes delfinesImaginamos que la causa de una concentración tan grande de delfines era por la cantidad de pececillos que había por la zona, en varias ocasiones parecía si uno de ellos diera la señal, comenzaban a dar saltos y comenzaba un baile de natación sincronizada, un éxtasis extremo era lo que sentíamos todos los que estábamos a bordo del "Txo".
El capitán no recordaba haber visto tantos delfines juntos, la mayoría eran delfines comunes y algunos de ellos los menos eran delfines listados, tampoco tuvimos claro cuantos ejemplares vimos pero creemos que entre 150 y 300.
Poco a poco se fueron alejando de nosotros y entre ellos algunos llegaron a exhibirse acrobáticamente manteniéndose fuera del agua sujetándose con movimientos de cola, otro enseñaban su panza y parecían saludar, o disfrutar de un placentero nadar de espalda
Después de estos momentazos ahora en una nueva salida nos apetece introducirnos unas millas más adentro intentado llegar a divisar otros cetáceos , pero será otra aventura, y quien sabe si la suerte vendrá con nosotros.
Hola Tomas,
ResponderEliminarSensacionales las fotos, las pelágicas siempre son emocionantes.
Me gustaria, si no te importa, ver mas fotos del pagalo grande de tu entrada, ¿te importaria mandarmelas al correo?
grlazaro@yahoo.es
Muchas gracias!
Guillermo
Me alegro de que te gusten Guillermo, te envío un par de fotos más de ese págalo a tu correo.
ResponderEliminarSaluddddd
Prueba delfines, superada. Ahora hay que ir a por los grandes.
ResponderEliminarSaludos Juankar.
Hola
ResponderEliminaruna entrada preciosa, pedazo de fotacas y seguro que una experiencia inolvidable, qué pena que no pude ir con vosotros, qué envidia.
Saludos desde Campoo
Hola Tomas,
ResponderEliminarImpresionantes las fotos de los delfines.
Te agradecería si me las podrías enviar a este correo electronico: a945157618@orange.es
Eskerrik asko.
Imanol