El Sábado pasado, después del temporal de nieve con viento Norte de la semana anterior y animados por las interesantes observaciones que se habían producido en Asturias, nos lanzamos a recorrer algunos cabos y rasas costeras cántabras un grupo de amiguetes: Juankar, Josemi, Juanma, Iván y Manu que se nos uniría en el Cabo de Ajo.
Empezamos la mañana en el Cabo Quejo al que se accede desde Isla. EL camino no está bien señalizado y nos costó un poco llegar a un pequeño aparcamiento donde muere la pista que da acceso a la zona. El lugar está muy bien conservado y es bastante tranquilo, con unos impresionantes acantilados.
Nuestro objetivo allí era ver las Bisbitas de Richard y Guillermo Rodríguez nos había dado información detallada de donde localizarlas. Fue llegar y besar el Santo. Subimos una suave loma y en lo más alto se levantan 2 bisbitas con un reclamo más parecido a un gorrión que a otra cosa y se posaron en las retamas del lugar. Allí las pudimos disfrutar de lo lindo con los telescopios. Más pálidas y ligeramente mayores que las pratenses, de patas largas, con dibujo facial más marcado, falta de marca loral,…Cuando alzaron el vuelo abandonaron el lugar y nos las pudimos volver a localizar durante el tiempo que estuvimos allí. Disfrutamos, eso sí, de aves típicas de la campiña costera.
Cuando nos disponíamos a dejar el lugar, sobre una estaca situada en lo alto de una colina visible desde el aparcamiento, se posó una hembra de Roquero Solitario.
Abandonamos el lugar para pasar al otro lado de la ría, en el Cabo de Ajo, tras encontrarnos en el pueblo de mismo nombre, con Manu.
Poco pájaro por allí, salvo una solitaria Alondra Común y un par de Chovas Piquirrojas. Lo único realmente abundante eran los Estorninos Pintos que han tenido una entrada espectacular esta semana pasada. Más tarde en la zona de Langre y en Pedreña los veríamos por miles. Aprovechando que el Cabo es un buen bastión para ver aves marinas echamos un vistazo y Josemi localizó un lejano tren de álcidos que no pudimos identificar.
Poco pájaro por allí, salvo una solitaria Alondra Común y un par de Chovas Piquirrojas. Lo único realmente abundante eran los Estorninos Pintos que han tenido una entrada espectacular esta semana pasada. Más tarde en la zona de Langre y en Pedreña los veríamos por miles. Aprovechando que el Cabo es un buen bastión para ver aves marinas echamos un vistazo y Josemi localizó un lejano tren de álcidos que no pudimos identificar.
Como la cosa estaba floja marchamos a la zona de Langre, a la que accedimos desde el pueblo de Galizano. Desde allí se veían las montañas nevadas de la Cordillera Cantábrica.
Pateamos la parte superior de los acantilados, entre pastizales y rastrojos, en busca de pajarillos. Abundaban las Alondras Comunes, Tarabilla común y los Bisbitas Pratenses, pero la hierba estaba alta y sólo los podíamos ver cuando alzaban el vuelo identificándolos entonces. Fue curioso ver en fechas tan tardías una Golondrina Común entrando desde el mar. Andaban de caza por la zona numerosas rapaces, sobre todo los abundantes Busardos Ratoneros, los Cernícalos Vulgares y una hembra de Aguilucho Pálido. Desde allí pudimos ver como regresaba a puerto la Goleta Cantabria Infinita. No podíamos imaginar la alegría que traían sus ocupantes tras disfrutar de la insospechada observación de un Rabihorcado durante la salida de ese día.
Pateamos la parte superior de los acantilados, entre pastizales y rastrojos, en busca de pajarillos. Abundaban las Alondras Comunes, Tarabilla común y los Bisbitas Pratenses, pero la hierba estaba alta y sólo los podíamos ver cuando alzaban el vuelo identificándolos entonces. Fue curioso ver en fechas tan tardías una Golondrina Común entrando desde el mar. Andaban de caza por la zona numerosas rapaces, sobre todo los abundantes Busardos Ratoneros, los Cernícalos Vulgares y una hembra de Aguilucho Pálido. Desde allí pudimos ver como regresaba a puerto la Goleta Cantabria Infinita. No podíamos imaginar la alegría que traían sus ocupantes tras disfrutar de la insospechada observación de un Rabihorcado durante la salida de ese día.
Foto 7. Cernícalo Vulgar ( Falco tinnunculus).
Foto 9 y 10. Bisbita Costero (Anthus petrosus).
Foto 11. Bisbita Pratense (Anthus pratensis).
Fotos 12 y 13. Cisne Cantor (Cygnus cygnus).
Foto 15. Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo).
Como la cosa no daba para más marchamos a concluir la jornada en el Pozón de la Dolores para ver como va la entrada de gansos por allí. Vimos en el pólder un grupo de 63 Ansares Comunes que no salían del agua. Al rato descubrimos la causa: un par de sabuesos extraviados de alguna batida de jabalí se movían por los prados. Sus collares estaban equipados con unas antenas de radiolocalización.
Seguimos ruta hasta el pueblo de Pedreña. Allí nos esperaba la otra especie de bisbita que teníamos en mente ese día, la Bisbita Costera. Al poco de llegar localizamos al menos 2 ejemplares que se nos posaron en escasos metros ya que la bajada de marea no era suficiente para que la rasa disponible fuera tan ancha como para que las aves se alejaran del paseo. Sin embargo, antes de disfrutar de las bisbitas, estuvimos entretenidos con un grupo de 22 Cisnes Vulgares entre los que se escondía un Cisne Cantor que lleva por aquí una temporada. El estuario estaba animado y al menos 2 Negrones Comunes, hembras o juveniles, se alimentaban en sus aguas. La cosa estuvo animada realmente ya que en pleamar las aves se ven a distancias realmente cortas, así que los fotógrafos de la cuadrilla disfrutaron de lo lindo.
Foto 9 y 10. Bisbita Costero (Anthus petrosus).
Foto 11. Bisbita Pratense (Anthus pratensis).
Fotos 12 y 13. Cisne Cantor (Cygnus cygnus).
Y a seguir ruta que se nos hacía de noche. Paramos en la Marisma Blanca para ver como va la entrada de porrones.
Había ya un grupo de 7 Porrones Moñudos, aunque lo que más nos llamó la atención allí fue un Cormorán Grande con el vientre y el pecho completamente blancos y un divertido grupo de Zampullines Comunes pescando juntos que formaba una intermitente balsa de pájaros que aparecía y desaparecía en función de las inmersiones que realizaban sus integrantes.
Había ya un grupo de 7 Porrones Moñudos, aunque lo que más nos llamó la atención allí fue un Cormorán Grande con el vientre y el pecho completamente blancos y un divertido grupo de Zampullines Comunes pescando juntos que formaba una intermitente balsa de pájaros que aparecía y desaparecía en función de las inmersiones que realizaban sus integrantes.
Foto 15. Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo).
Como la cosa no daba para más marchamos a concluir la jornada en el Pozón de la Dolores para ver como va la entrada de gansos por allí. Vimos en el pólder un grupo de 63 Ansares Comunes que no salían del agua. Al rato descubrimos la causa: un par de sabuesos extraviados de alguna batida de jabalí se movían por los prados. Sus collares estaban equipados con unas antenas de radiolocalización.
No hubo tiempo para más y después de despedirnos de Manu que volvía a Reinosa, emprendimos satisfechos, algunos sólo al 40 por ciento, el viaje de vuelta a casa.
Texto Iván
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