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Lagópodo alpino ( Lagopus mutus ) Ptarmigan |
Este año Iván y Juankar hemos vuelto a por las perdices nivales, pero hemos cambiado de sitio; Iván conocía una zona buena en el pirineo Aragones y hemos probado suerte.
El sábado día 9 de Junio madrugamos en el refugio a 1.700 metros de altitud. Tras un buen desayuno y con buenas previsiones meteorológicas comenzamos nuestra aventura. En el camino, piquituertos y verderón serrano junto a una borda, y en los prados la tarabilla norteña. Cruzamos el río y en el bosque de pino negro la primera sorpresa del día, un águila real sale de entre los pinos para posarse un poco más lejos, con la poco luz de la mañana nos conformamos con verla con los prismáticos, que no es poco.
Atravesamos el bosque y nos encontramos con nuestra primera subida fuerte, una impresionante pared con su cascada y sobre ella, por encima de los 2.000 metros, las zonas alpinas donde habitan las perdices.
Tras dos horas de caminata llegamos al primer lago de la jornada a unos 2.300 metros, la zona ya era buena aunque nos parecía baja todavía. Comenzamos a movernos despacio y atentos a cualquier sonido o movimiento.
El día comenzaba a despejarse y se veía el cielo azul, con lo que el paisaje era expectacular. Como casi siempre, fue vIán el que vio el primer indicio de las perdices, un único y seco excremento de perdiz, que por lo menos nos confirmaba su presencia en la zona.
Seguimos ascendiendo y sobre los 2.500 metros un grupo de acentores alpinos nos entretuvo un rato, junto a ellos se movía una collalba gris. Aprovechamos el momento para descansar y reponer fuerzas.
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Acentor alpino ( Prunella collaris ) Alpine accentor |
Continuamos la búsqueda por la zona que nosotros creíamos era la buena, pero no conseguimos ver nada, ni una sola ave en todo el recorrido. Claro que todo era zona buena de perdiz nival, por lo que continuamos caminando siguiendo el recorrido que teníamos planeado. Tanto mirar al suelo dio sus frutos y esta vez sí encontramos rastros recientes, calentitos diría yo.
Estábamos en el lugar, ya solo era cuestión de tiempo tropezarnos con alguna perdiz. Seguimos buscando, pero la zona era difícil, muy difícil, la fuerte pendiente y la cantidad de rocas de todos los tamaños no facilitaba nada la búsqueda. Eran ya las 13 horas, llevábamos casi 6 horas de caminata y nos estábamos cansando, por lo que decidimos guardar los equipos en las mochilas y comenzar el descenso.
Tal y como nos pasó cuando buscábamos las perdices blancas en invierno, fue guardar las cámaras y escucharle a Iván decir, " ahí están ".... subidón de adrenalina, mirar a la izquierda y en lo alto de las rocas, a contraluz y casi como una roca mas, la hembra nos miraba sin moverse.
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Lagópodo alpino ( Lagopus mutus ) Ptarmigan |
Con toda la tranquilidad que pudimos, sacamos las cámaras de las mochilas, mientras la hembra permanecía inmóvil. Entonces un macho salió volando para posarse un poco más abajo.
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Lagópodo alpino ( Lagopus mutus ) Ptarmigan |
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Lagópodo alpino ( Lagopus mutus ) Ptarmigan |
Por fin la suerte nos sonreía, tenía una pareja de perdices....... o no ? teníamos un trio de perdices !!! otro macho estaba justo a nuestro lado, demasiado cerca para fijarnos en él, hasta que se movió.
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Lagópodo alpino ( Lagopus mutus ) Ptarmigan |
A partir de este instante comenzo el " momentazo nival ", donde disfrutamos con el pavoneo del macho nival, con su repertorio de voces, exhibiciones y vuelos: junto con las persecuciones de otros dos machos, que no paraban ni un momento, mientras la hembra, mas escondediza, se perdía entre tanta piedra. Pero dejo esos momentos para otra subida de esta preciosa joya, de la que todavía podemos disfrutar en nuestras montañas pirenaicas.
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Lagópodo alpino ( Lagopus mutus ) Ptarmigan |
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Lagópodo alpino ( Lagopus mutus ) Ptarmigan |