Por fin ha salido el sol, las nieves se han retirado y no hace tanto frío. Ha llegado la hora de subir al monte, y ya tenía ganas. Me ha costado meter todos los trastos en la mochila ( cada año parece que pesa más ), tendré que entrenar un poco.
Los primeros minutos han sido difíciles, pero luego le coges el ritmo y sabes que el final recompensa todos los esfuerzos. El Parque Natural de Urkiola tiene una buena colonia de buitre leonado y esta es una buena época para verlos. No se han hecho de rogar y desde el camino se les veía volar en grupo.
Buitre leonado ( Gyps fulvus )
Tras los buitres han aparecido los chovas piquirrojas, alegrando con sus reclamos el silencio de la montaña. Se alimentaban entre la hierba y se movían entre los agujeros de las paredes.
Chova piquirroja ( Pyrrhocorax pyrrhocoras )
Las chovas piquigualdas son menos numerosas que las piquirrojas, pero siempre se dejan ver.
Chova piquigualda ( Pyrrhocoras graculus )
Mientras me entretenía con las chovas un grito en el aire me hizo levantar la cabeza, el halcón peregrino reclamaba mientras giraba en el aire mostrando todo su plumaje; las patas muy bajas al volar delataban alguna presa capturada hace poco.
Cambié de posición para ver bien la pared, y descubrir que algunos buitres ya están en los nidos, otros vuelan en parejas, otros acarrean material a los nidos.... cada uno a su ritmo.
Las lagartijas también se mueven, no sé si en amoríos, o en luchas territoriales
Lagartija roquera